Potencia tu creatividad. Si eres escritora o artista, habrás sentido, más de una vez en tu vida, la necesidad imperiosa de potenciar tu creatividad. Parece que lo estoy viendo. Te sientas delante de tu escritorio o delante de un lienzo en blanco y nada…, pero NADA DE NADA. Y en ese momento comienza un agobio desde lo más recóndito de tu ser que te susurra, te dice y, finalmente, te grita que tu creatividad está acabada. No te preocupes, todas hemos pasado por ello y este estado se supera igual que se supera una mala gripe. ¡Vamos a ver cómo potenciar tu creatividad!
¿POR QUÉ MI CREATIVIDAD ESTÁ BAJO MÍNIMOS?
No te voy a contar nada nuevo si te digo que el momento en el que nos ha tocado vivir no ayuda a tener exactamente la creatividad a flor de piel. Y lo digo, en parte, porque uno de los grandes enemigos de la creatividad es el estrés. Te levantas por la mañana como un rayo, te duchas, sales de casa pitando con el café en la mano, desayunas en el coche, llegas raspando al colegio de los niño (si es que los tienes) y, sin saber muy bien cómo, de repente te encuentras sentada delante de tu escritorio ocho horas al día. Cuando el reloj marca la hora de salida, vuelta a empezar con las carreras. Esto repetido diariamente, durante semanas, meses e incluso años genera una rueda que te impide potenciar tu creatividad. «¿Y por qué?». Pues porque no dejas espacio para ella. ¿Cómo van a surgir las historias a borbotones si no le das espacio en tu vida a la creatividad?
LA PÁGINA EN BLANCO
«Bueno…», puedes estar pensando, «Eso no es así, ya que, llevo un mes sentada delante de una página en blanco esperando a que llegue algo». Bien, sí, es verdad. Pero me juego la nariz a que el proceso ha sido el siguiente: estás agobiada, recuerdas que eras una persona super creativa y decides sentarte delante de tu lienzo o una página en blanco esperando a que surja la magia. Pero no te sientas en plan… «Voy a disfrutar de este ratito que tengo para mí haciendo algo que me guste». Nch, nch, nch (estoy negando con mi dedo índice). Te sientas igual de estresada que lo haces todo y empiezas a pensar: «Venga…, venga… ¿porqué no surge nada?» Y claro está que con esa energía, nada va a surgir.

UNA SOLUCIÓN QUIERO
La solución es terriblemente sencilla y terriblemente complicada. Debes relajar la mente y, en general, tu vida para que la imaginación y la creatividad tengan cabida (que bonito pareado me ha salido).
Con decidir un día que eres una persona creativa y sentarte en un escritorio, no vale. Necesitas tener una vida que deje espacio a la magia. Necesitas reconectar con esa niña interior que llevas dentro a la que le gusta jugar, a la que le gusta disfrutar, que sabe quién eres y qué quieres. Solo desde esa energía conseguirás potenciar tu creatividad.
Hazte estas preguntas:
- ¿Dejas tiempo durante la semana para la diversión? (Diversión no es sinónimo de discoteca y bebidas espirituosas hasta que llegue el alba)
- ¿Cuándo fue la última vez que hiciste trabajos manuales?
- ¿Cuándo fue la última vez que disfrutaste realmente de una actividad?
- ¿Te reservas tiempo para ti durante la semana?
- ¿Ultima vez que estuviste en contacto con la naturaleza?
- ¿Ultima vez que te aburriste? El aburrimiento es el precursor de la creatividad, ya que, aparece en el momento en que, por fin, tu cabeza para y queda a la expectativa de que algo nuevo surja de ella.
POTENCIAR TU CREATIVIDAD
Todas estas preguntas están estrechamente ligadas a tu creatividad. Si no das cabida en tu vida al juego, a la diversión, a reservarte tiempo para ti y a vivir, en definitiva, una vida con alegrías. ¿Cómo esperas que se potencie tu creatividad? Una vida llena de tareas grises no es el germen ideal para vivirla creativamente. Para potenciar tu creatividad tienes que volver a disfrutar del día a día, debes volver a tener tiempo para simplemente mirar un campo lleno de flores, para disfrutar de la lectura o el cine, para cantar o bailar, para que la magia vuelva. Así que ya sabes, la primera tarea para reconectar con tu creatividad perdida será sacar tiempo para el disfrute.
¿CÓMO LOGRARLO?
Lo principal es recordar qué te gustaba hacer de pequeña, el reencuentro con tu niña interior es básico para potenciar tu creatividad, así que lo que necesitas es sentarte delante de un álbum de fotos (si no lo tienes en casa, deberás ponerte en contacto con tu madre para que te lo preste), o pasear por los lugares de tu infancia y recordar quién eras y qué te gustaba hacer.
Un detalle importante, en este ejercicio te vas a centrar en los momentos positivos de tu infancia. Si algo oscuro llega o empiezas a recordar momentos tristes, sacúdete, vete a beber un vaso de agua y vuelve a comenzar, pero centrándote en los momentos de dicha. Sé que hay muchos traumas de la infancia donde poner el ojo, pero no es el momento ni el lugar de hacerlo.
Una vez hayas conseguido recordar qué te apasionaba de pequeña, debes encontrar huecos en tu día a día para «quedar» con esa niña interior y hacer cosas que te diviertan realmente: puzzles, dibujo, cantar, bailar, música, escribir…. Cosas con las que disfrutabas en tu infancia; cosas que te hagan volver a soñar despierta como lo hacías cuando eras niña.

ERES UNA ESCRITORA CREATIVA Y LO SABES
Por último, no quería dejar pasar la oportunidad de contarte que en breve publicaré mi próxima obra: Eres una escritora creativa y lo sabes. En ella, te daré la mano en el camino hacia tu interior donde podrás recuperar la fuente de la creatividad. La guía pasa por varias etapas:
- Te haré bucear en tu corazón para ver qué te frena.
- Te pondrás frente a frente de tus creencias limitantes.
- Descubrirás tus miedos.
- Conectarás con tu niña interior y con la mujer salvaje que llevas en tu corazón.
- Aprenderás a encontrar la creatividad en la naturaleza.
- Y, para acabar, encontrarás unos ejercicios energéticos que te podrán en el buen camino.
Anímate y potencia esa creatividad que manaba a borbotones unos años atrás. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Qué vuelvas a ser la mujer creativa que siempre fuiste?
Para abrir boca te dejo mi guía gratuita Los 7 pasos en busca de tu creatividad perdida.