romántica

5 Razones por las que no me gusta la literatura erótica

Hace unos días me dio por reflexionar sobre el auge de la literatura erótica en nuestros tiempos y he llegado a la conclusión de que hay 5 razones por las que no me gusta la literatura erótica. He leído alguna que otra novela erótica y, la verdad, nunca me quedaba con ganas de leer más. Así que empecé a plantearme seriamente que era aquello que hacía que una novela me enganchase, y después de meditar y meditar, lo vi claro.

1. A mí lo que me pone es sufrir por amor

Prácticamente el 90% de las novelas que leo son del género romántico, no es que no lea otros géneros, pero en general no me enganchaban igual. He leído novela policíaca y sí, la leo a gusto, pero los pasos están claros: asesino en serie, víctima asustada, policía con algún trauma que necesita atrapar al asesino para liberarlo… Me resulta entretenido, pero no disfruto igual que cuando leo romántica. Y un día se me encendió la bombilla.

A mí lo que realmente me pone es sufrir por amor. Esos protagonistas sufriendo por amor, esa barrera física o emocional que hace que se amen pero que no puedan estar juntos, esas noches de inviernos cada uno en su casa muriendo de amor. Eso es lo que me hace que siga, siga y siga leyendo sin parar hasta que todo estalla en una super escena de cama en la  que se libera toda la tensión acumulada.

sufrir con novelas románticas

2. Sí al sexo, no a la literatura erótica

¿Entonces por qué no me entusiasman las novelas eróticas? Porque en general no se sufre por amor. En una novela erótica el sexo comienza en la página cinco y acaba en la doscientos noventa y cinco. No ha habido ningún sufrimiento por amor y lo único que se lee es sexo explícito durante casi trescientas páginas (sobre sexo explícito ya escribí hace unos meses en otro post y dejé bien clarito que a veces menos es más). El caso es que personalmente no veo dónde está el encanto de leer casi trescientas páginas de sexo. Yo a media novela ya suelo estar más que asqueada.

De hecho, hay grandes éxitos de la literatura erótica cuya acogida masiva por el sexo femenino no entiendo. ¿Y por qué no lo voy a decir? 50 sombras de Grey.

Una amiga mía me timó para leer la novela y a duras penas la conseguí acabar (la trilogía entera, quiero decir). Además de estar mal escrita (las fans como mi amiga dirán que no está mal escrita sino que está mal traducida: lo siento pero no me han quedado ganas de leérmela en inglés) tiene escenas que rozan lo esperpéntico.

Tengo una imagen muy viva de una de las escenas de sexo que creo me ha traumatizado para siempre.

Es una escena que ocurrió en el baño. El maravilloso Grey quita un tampón a la virginal Anastasia para después taparle el agujero con una parte bastante imponente de su anatomía. Si eres un hombre igual no te ha pasado lo mismo que a mí, pero si eres mujer nada más decir “quitó el tampón” las fosas nasales se te habrán inundado de un olor bastante característico, el cual, creo yo, no es compatible con tener sexo sin previa ducha.

trauma que me produce la novela erótica
Así me quedé con la escena de sexo en el baño

3. La literatura erótica trata sobre hasta dónde puedes llegar

Un día hablando con mi amiga sobre por qué coño le molaba la literatura erótica, me dijo que lo que le hacía seguir leyendo en una novela erótica es saber hasta dónde van a llegar los protagonistas. Hasta dónde van a llegar en sexo transgresor o alternativo, quiero decir. Y eso me hizo volver a mi reflexión sobre sufrir por amor. A mí me da igual hasta donde van a llegar. Me da igual que a la famosa Anastasia le aten de trescientas formas distintas o le metan extraños artilugios por varios orificios de su cuerpo. No es algo que a mí me haga seguir leyendo.

 En ese mismo instante comprendí que la erótica no era lo mío.

Yo, como ya he explicado antes, necesito escenas de sexo como cúspide de la montaña rusa. Es decir, sufro por amor hasta morir y cuando creo que no puedo más ¡PUM! llega una escena de sexo que me haga liberar tensión como si de una enorme bajada en montaña rusa se tratase. Una vez abajo, un poco de relax y vuelta a empezar. Y eso no me lo da la literatura erótica.

4. El sexo como intercambio de emociones, please

Pues eso, que yo a veces leo novelas cuyas escenas de sexo en vez de ponerme me apagan. Existe un gran libro sobre cómo escribir escenas de sexo que creo explica a la perfección lo que quiero contar. El libro es I give you my body de Diana Gabaldón. Resumiendo mucho, mucho diré que el libro intenta ofrecer una guía para escritores de cómo centrarse en las emociones que se intercambian en una escena de sexo y no tanto en el acto físico en sí.

De hecho,  en este manual, Diana asegura que una escena de sexo bien desarrollada debe hacer avanzar la historia. Que el lector sienta que no puede saltársela sin más. (Esto es chungo de cojones narices, pero espero que llegue el día en que pueda conseguirlo con mis propias novelas). Y eso es lo que creo deberíamos crear con nuestras escenas de cama. Un lugar donde la exaltación del amor quede bien grabada en la mente del lector y no que se te quede grabado qué cosa le mete el uno al otro.

las escenas de cama deben mostrar un intercambio de sentimientos y no de fluidos corporales.

sexo explicito en la literatura erótica
Así surgen en mi mente algunas escenas de sexo que he leído en la literatura erótica

5. Dicen que se aprende, pero no fue mi caso

La razón principal elegida por muchas sexólogas, psicólogas y demás defensoras del género es que leyendo literatura erótica mejora nuestra vida sexual. Pues… no ha sido mi caso. Después de leer 50 sombras de Grey no me ha dado por compararme un cuarto rojo, ni unas esposas y mucho menos un látigo. ¿Qué le voy a hacer?

Y con una anécdota muy graciosa que me contó  un conocido mío me quedó claro que no soy la única. Mi amigo estaba en una reunión familiar cuando se le acercó su cuñado. El buen hombre le dijo que su mujer se había leído 50 sombras de Grey y que desde entonces no salían de la cama. Mi amigo todo entusiasmado llegó a casa, esperó a que su mujer se metiese en la cama y …

-Me han dicho que hay un libro super bueno que igual te gusta.

¿Qué libro? -le preguntó su mujer sin levantar la vista del libro que tenía en las manos.

  -50 sombras de Grey.

Ya me he leído la trilogía -contestó ella mirándole de arriba abajo con el morro torcido.

¿Y por qué no me he enterado? -respondió él horrorizado.

(¡ja, ja, ja! es la mejor anécdota del mundo. A la pobre no le había puesto la trilogía).

La anécdota es buena para ver que en esta vida hay de todo. A algunas mujeres les estimula leer literatura erótica y se lo pasan luego bomba en la cama y a otras nos aburre como a una ostra y nuestros pobres maridos ni lo notan.

Igual estás pensado que es que soy un poco estrecha, y oye, igual tienes razón.  ¿Qué se le va a hacer? 

Como he puesto verde la literatura erótica e igual te he hecho reflexionar sobre el tema, he hecho un listado de novelas románticas New Adult (si sigues este blog ya sabes que es lo mío) que tratan el sexo en las historias de una forma que me llama mucho más la atención. La lista no es estática, voy incluyendo novelas cuando leo algo digno de ser incluido o cuando sale algo interesante en mercado. Te dejo aquí las mejores novelas románticas New Adult para que puedas echarle un ojo.

Nos vemos.

2 comentarios en “5 Razones por las que no me gusta la literatura erótica

  1. Hola, me ha gustado tu artículo y estoy bastante de acuerdo. De hecho, si en una novela de cualquier género me encuentro una escena de sexo explícito será difícil que no arquee una ceja y suelte un bufido. No tengo problemas con que los personajes tengan sexo, pero que me digan paso por paso lo que hacen… uff. De hecho, como escritora, me cuesta horrores escribir una escena erótica.
    Por otra parte, con la romántica me pasa un poco parecido. Me gusta que haya romance, pero no que el peso de la trama principal caiga sobre ese género, porque me acaba empalagando mucho.
    Qué bueno que haya tantos géneros para todos los gustos.
    Un saludo.

  2. Me ocurre los siguiente con la literatura erótica, tanto en prosa como en verso: me resulta escasa de recursos y hay que hilar muy fino como escritor, para que parezca una » línea telefónica caliente» y no un buen relato. No es una cuestión moral ni mucho menos, de hecho el erotismo y el sexo forman parte importante de los placeres de la vida, es una cuestión de gustos personales y de sentirte limitada a la hora de escribir relatos de esas características. A veces colaboro en grupos literarios y cuando alguien ( sobre todo mujeres), publica textos eróticos, es del todo vergonzante en muchas ocasiones leer las opiniones del género masculino que aprovechan la ocasión para opinar sin ningún tipo de respeto hacía la autora . En resumidas cuentas, es un género que tiene su público, es respetable , pero bastante limitado en cuanto a recursos literarios.

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