Hace unos meses se me ocurrió que podría utilizar mi web no sólo para dar a conocer mis novelas, sino también para escribir sobre temas que me parecían importante o sobre los que me apetecía escribir. Tras tomar la decisión, enseguida me vino a la cabeza un tema que creo básico para un blog de estas características: el lado femenino. Dado que es una página muy afín al mundo de la mujer, y me consta que muchas de mis seguidoras lo son, quisiera hacer una pequeña reflexión sobre lo femenino en los tiempos que corren. Doy por hecho que muchas de nosotras (me incluyo) ya ha pasado la etapa de expansión, incertidumbre, juergas y descontrol de los veinte y ahora nos encontramos en una etapa más reflexiva en la que la vida se vuelve más pausada. Muchas de nosotras nos vemos en trabajos serios que tienen pinta de durar toda la vida y es en ese mismo instante cuando comienzan los dolores de cabeza. Hasta ahora todo iba más o menos rodado: acabar el insti, la carrera (muchas de nosotras no tuvimos otra opción), la etapa en el extranjero, la búsqueda de un trabajo adecuado a nuestro Curriculum Vitae (que no a nosotras) y, de repente, nos vemos que ya lo hemos conseguido todo y nos encontramos con treinta y tantos y sin saber muy bien cómo hemos llegado hasta esa situación sin salida.
Para empezar, lo primero que tienes que tener claro es que eres una mujer, ¿y eso qué significa? Pues créeme que mucho más que estar a la última en revistas de moda, llevar los últimos Manolos de la temporada y tener el armario lleno de cremas anti-arrugas. Hay mucho más de lo que la sociedad presupone. Tú representas en lado femenino de la dualidad (aunque también tengas algo de masculino; uno no puede existir sin el otro) y en un mundo tan masculino como el actual, no es fácil darse cuenta del significado de este hecho.

¿No has tenido la sensación de que la sociedad va por un camino que te cuesta seguir? Pues esto es debido a que eres una mujer en una sociedad masculinizada. Y con esto quiero decir que la sociedad a cogido los rasgos de lo masculino para funcionar, y no ha respetado los femeninos, quedando coja sin remedio; la sociedad necesita el resurgir de lo femenino para poder llegar al equilibrio. Para explicarlo me gusta remontarme a las épocas en las que vivíamos en poblados y el rol femenino y masculino estaban en equilibrio. El hombre era el que cazaba durante el día y este rasgo es lo que hace que sea competitivo, exacto, analítico, productivo, con un cerebro lineal… En cambio la mujer era la que se quedaba en el poblado al cargo de la casa, los hijos, y la propia aldea, siendo el rol sensible, profundo, intuitivo, cooperativo, enfocado en el trato con los demás, en definitiva un ser con pensamiento en red.
¿Qué ha pasado hoy en día? La sociedad se ha olvidado de la importancia de lo femenino. Incluso la mujer se ha olvidado de su propio papel y eso genera una gran insatisfacción interior. Que esté mal visto que una mujer tenga hijos y se dedique a criarlos era algo impensable para nuestras bisabuelas. Que nosotras mismas nos sintamos culpables porque dedicamos la tarde a jugar con nuestros hijos en vez de a trabajar no es sano. Que nosotras tengamos que vivir en una sociedad donde lo que llevamos grabado en el alma se considera débil o insignificante nos hace vivir en una profunda contradicción: lo que nos dicta el corazón y lo que la sociedad espera de nosotras.

Te aseguro que el cambio está en nosotras. Somos nosotras las que debemos ser conscientes de este hecho y comentar a revindicar nuestra naturaleza. Somos nosotras las que debemos liberar los sentimientos de culpabilidad cada vez que hacemos algo que está imprintado en nuestra naturaleza. Sólo nosotras podemos dar voz a lo femenino. Haz una reflexión y mira en tu interior ¿Realmente estás donde quieres estar? ¿La lucha del día a día en la que se ha convertido tu vida es la energía que quieres para ti? Si la respuesta es no, comienza por hacer pequeños cambios. Ha llegado el momento de que tu lado femenino salga a la luz y se haga respetar, con esto no quiero decir que tengas que dejar el trabajo y encerrarte en casa, para nada, lo que digo es que encuentres un lugar (ya sea en una empresa o no) donde lo femenino se valore y se tenga en cuenta para alcanzar las metas globales. Para que lo entiendas; la competitividad se puede volver extrema si no hay un lado femenino que lo frene. Uno no puede ser sin el otro y un mundo que saque partido de ambas cualidades es posible y está en nuestras manos conseguirlo.
Espero que este artículo te de mucho en que pensar y, poco a poco, entre todas consigamos dar pequeños pasos para que lo femenino salga, por fin, a la luz.
Una de las características esenciales del lado femenino es la creatividad. Si quieres saber cómo desarrollarla no dudes en pinchar aquí para recibir un regalito para conseguirlo.
https://caortega.com/kit-de-bienvenida/
C. A. Ortega